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jueves, 27 de marzo de 2008

Al César...

Escritor - Permanente

El 23 de enero pasado un menor calló a las aguas del río Santiago en el estado de Jalisco en nuestro País México. No se ahogó pero quedó en coma durante diecinueve días y finalmente falleció debido a los altísimos niveles de contaminación de esas aguas. El gobernador, Emilio Gonzales, reconoció el grave problema pero argumentó la falta de presupuesto para resolverlo. Ese mismo gobernador acaba de donar a la iglesia católica noventa millones de pesos con cargo al erario para la construcción de un "santuario" con el argumento de que se fomentará el turismo. Es una auténtica desgracia padecer mandatarios esclavos de sus creencias irracionales y que a pesar de desempeñarse en un Estado laico como es el nuestro no tienen pudor en malversar fondos públicos para beneficiar a las supersticiones religiosas organizadas a las que pertenecen.

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lunes, 24 de marzo de 2008

¿Está bien hablar mal de dios?

José Rubén Romero Gutiérrez (Krowitna)
Escritor, Caricaturista - Colaborador

Pasada la semana santa y todavía con la resaca de la patética imagen que cientos de fulanos lacerándose pueden provocar, me embarqué en la delicada misión de suponer qué le es ofensivo a dios:

Apenas empezaba a acomodarme y ya estaba yo blasfemando, ¡Pero si dios se escribe con d mayúscula! Esa es una cuestión fácil de resolver; sabemos que las reglas ortográficas indican que se escriben con mayúsculas los nombres propios, no así el resto de los sujetos; puesto que si quiero hablar de un dios cuyo nombre propio sea Dios no solo sería una blasfemia, peor aún una falta ortográfica escribir su nombre con d minúscula. En este caso quiero aclarar que no hablo de un dios en particular (Además no conozco algún dios que se llame “Dios”) puesto que todos son igual de divertidos. Por lo que queda, cuando hablo de “dios” me refiero a todos esos dioses que se escriben con d mayúscula como Thor, Quetzalcoatl, Tláloc, Jesús, Freddy Mercury, Maradona, etcétera, pero a ninguno en particular.

Pero una disertación como ésta no puede empezar así. Lo correcto es comenzar por definir lo que todos suponemos por cultura general le es ofensivo a dios. La blasfemia según San Wikipedia: “Blasfemar (del griego blaptein, "injuriar", y pheme, "reputación") Etimológicamente significa grave irreverencia hacia cualquier persona o cosa digna de ser estimada. En su uso estricto y generalmente aceptado se refiere a una ofensa contra Dios”. La blasfemia ha sido castigada severamente desde que se crearon los dioses, con sentencias de muerte, destierros, santas inquisiciones y todavía hoy encontramos rechazo social. Hasta los padres del pensamiento lógico temían blasfemar mientras buscaban la verdad. Algunos blasfemos consideran que es precisamente la blasfemia la excusa que ha servido a algunas instituciones que sirven a los dioses para reprender a todo aquel que ose ofender a algún dios.

La blasfemia es relativa al dios que se considere, por ejemplo en algunas civilizaciones mesoamericanas era un insulto al dios del sol darle la espalda a esta estrella en su templo. Es muy complicado llevar una vida poco impía a la vista de todos los dioses, dado que a los dioses no les gusta compartir a sus fieles, algunos prohíben la adoración a otros de sus teónimos (por lo que algunos expertos recomiendan escoger solo un dios). Otras culturas consideraban el fruto de la ciencia como blasfemia “Y sin embargo se mueve”, el darle a un fenómeno cualquier explicación lógica o no que no entendiera a dios como el origen era un atrevimiento impío solo impulsado por la locura, la herejía, el comunismo y otras cosas del diablo, esto retrasó la llegada del Nintendo algunos siglos.

Mas la sombra de una duda confundió mi camino, el no jurar en nombre de dios en vano, no robar, no fornicar, estos son preceptos que encontramos en sagradas escrituras como mandamientos que deben seguirse para no enojar a dios; sin embargo el corromper los mandamientos es considerado un pecado; pero, ¿El pecado es lo mismo que la blasfemia? Según la lógica formal “A es A, A no es B, A no es no A” el pecado y la blasfemia no pueden ser lo mismo y hasta ahora nadie lo ha discutido. Es conveniente entonces definir nuestro siguiente concepto: Para los griegos, pecado se decía hamartia: “fallo de la meta, no dar en el blanco”. Aludía al concepto de vivir al margen de lo esencial debido a una actitud errónea no consciente. El concepto religioso aún vigente de pecado como “delito moral” alude a la trasgresión voluntaria de normas o preceptos religiosos. Ahora que entendemos el pecado como un delito que incluso puede ser perdonado pagando una fianza espiritual de arrepentimiento la pregunta es si romper estas reglas es una irreverencia a dios, el camino más corto es aceptar que desobedecer un mandamiento divino obviamente es pasar por alto las advertencias y los limites trazados por los dioses, por lo tanto es ignorar las órdenes directas del todopoderoso y se considera blasfemia el acto de pecar. (¿Todopoderoso se escribe con mayúscula?).

En nuestro recién nacido siglo las manifestaciones artísticas alcanzan todas las opiniones, contextos e ideologías, esto hace inevitable que uno que otro blasfemo con buen humor o sin él tome pincel, papel, cámara, trompeta o la herramienta de la que se vale para manifestar su tolerancia, indignación, desacuerdo, en otras palabras su versión de la realidad que habita, en algunos casos se usa la ironía en otros tantos el insulto. Conocemos ejemplos claros de caricaturas, canciones, poemas, libros enteros llenos de blasfemia. Pero estas no son las primeras manifestaciones artísticas de la blasfemia; pensadores en la ilustración ya escribían sin inspiración divina, desde antes de La Divina Comedia, Fausto, incluso San Agustín se atrevió a blasfemar la obra de Aristóteles (Que también se escribe con mayúscula), estoy seguro que por ahí hubo algún integrante de la tribu que se burló del dios de la lluvia. Sin ir más lejos existe por ahí una religión que prohíbe la representación gráfica de su Dios y su profeta, supongo que no se han enterado de lo redituable que puede ser vender estampitas.

Ahora habría que reflexionar sobre las consecuencias de la blasfemia. Antes mencioné que hay instituciones encargadas de sancionar los actos impíos, los pecados; la punición es tan subjetiva como la falta, encontramos en la historia multas desde oraciones, confesiones de arrepentimiento, dinero, excomuniones y por último la vida; en otros muchos casos el pueblo se encargaba del castigo al blasfemo al denunciarlo, rechazarlo y lincharlo. Sin embargo hoy gozamos de la libertad de elegir si queremos ser guiados por cualquier religión e ideología, por lo que hoy en día el verdadero castigo, si lo hay, consiste en la carga de conciencia que consigue una educación religiosa mediocre o activa, por lo que nos encontramos otra vez con la subjetividad. Lo que es seguro es que no se sabe de un caso concreto en el que algún dios haya castigado personalmente al injuriante.

¿Está bien hablar mal de dios? Para contestar esta pregunta es necesario definir primero el bien y el mal: Estos conceptos conforman una dualidad dependiente, misma que fue creada por el ser humano para definir sus actos. El bien y el mal no existen sin el hombre, dado que los otros seres no tienen juicios calificativos sino que sus actos son guiados por sus instintos, encontramos así que tanto el bien y el mal como dios y el diablo son una herramienta de juicio y control que solo sirven al hombre, existen en una esencia, pero así como los calcetines existen porque el hombre los creó por encontrarlos útiles. Entonces el bien es un valor o juicio otorgado a una acción que produce beneficios sin infringir la moral (recordemos que la moral también es relativa); Platón comenta en sus diálogos que lo bueno es lo que es agradable a los dioses y va ligado a las virtudes como la justicia y la belleza, pero Platón también nota que hay varios dioses con gustos diferentes, entonces ¿lo bueno es relativo? Pero el bien no es un ente completo, necesita de su complemento para denominar lo contrario. El mal tiene tantas definiciones como el bien; se piensa que el mal es todo aquello que se opone a la búsqueda del bien y no es difícil comprender esta idea pues todos hemos visto películas de Disney. Estos conceptos milenarios en su dualidad han sido ligados a otros elementos antagónicos como Dios y el temido Mefistófeles, pero estos no van unidos en su esencia al bien y el mal pues estos últimos se conducen por una jerarquía de estándares morales en cuanto al comportamiento humano. “Pero para hacer el mal no hay por qué ser diferente, usted puede ser criminal o ministro o presidente”

Ya con el bien y el mal definidos podemos razonar sobre si está bien hablar mal de dios. Es hora de sustituir nuestra fórmula: ¿Es una acción que produce beneficios sin infringir la moral el referirse a dios de una manera que no produzca beneficios sin infringir la moral? Esta pregunta paradójica no cuenta con una respuesta tan simple como aparenta puesto que el hablar mal de dios es nuestro primer momento, el daño a la moral está hecho, pero nuestra duda era si este evento nos proporciona beneficios, lo que nos importa es la consecuencia del acto. ¿Cómo obtener un beneficio al hablar mal de dios? Un ejemplo claro de esta circunstancia es que la santa ciencia y sus ramas como la filosofía, paleontología, historia, etcétera se pasan la vida hablando mal de dios y es muy claro que sus beneficios no son pocos.

El blasfemar seguramente no te traerá más que algunas miradas reprobatorias, risas, excomuniones y algunos aplausos. Lo seguro es que los que traerán los mayores beneficios en los tiempos futuros serán los que acompañados por la razón hablen mal de dios.

jueves, 20 de marzo de 2008

viernes santo

Estaba el cristo en la cruz flanqueado por los ladrones. Uno de ellos le espeta... -¡si eres dios sálvate a ti mismo!, a ver, ¡desclávate!... entonces el cristo separa lentamente de la cruz su mano izquierda, luego hace lo mismo con la derecha y luego... se esucha un ¡ayyyyyy mamacitaaaaaa!!!!! mientras se va de bruces para adelante.


Agonizaba el cristo en la cruz. De pronto notaron que movía los labios, algo decía...se acercaron, el cristo llamaba a Pedro...
-¡Pedro, ven, el maestro te llama!- y Pedro corrió al pie de la cruz..

-maestro dime-

-Pedro, acércate más...-
-Pedro mira...¡desde aquí se ve tu casa!



El cristo comenzó a caminar sobre el agua. Pedro bajó de la barca y le quiso seguir pero se hundía.
¡Maestro! -le gritó- ¡quiero seguirte! a lo que el cristo le dijo...-pues vente por las piedritas...-


martes, 18 de marzo de 2008

El Beso

¿A quién sino al más amado? ¿cuál de los doce era el de su mayor confianza? la misión del padre sólo podría llevarse a cabo a través del sacrificio...las escrituras debían cumplirse.

-pero maestro, ¿estás seguro?-

-absolutamente, es necesario-

las lágrimas se agolparon de pronto en sus ojos...

-como digas maestro-

-gracias amado Judas-

por eso, al llegar los soldados el discípulo, el más amado de los doce, no pudo evitar besarlo.

domingo, 16 de marzo de 2008

Satanás... ¿Dónde Estás?


Hay quienes persisten en su inútil afán de elevar la especulación esquizoide al grado de ciencia exacta. Toca el turno a un teólogo de Roma que publica una "Antología diabólica" con el fin, además de brindar un repaso histórico de la "demoniología" de brindar herramientas para enfrentar al chamuco. Si estos sujetos en verdad quisieran econtrar lo más cercano a la encarnación del mitológico demonio, deberían hurgar hacia dentro de su multimillonaria corporación global dedicada a lucrar con la ignorancia.

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viernes, 14 de marzo de 2008

Guantanamera

Desde que en enero de 1959 Fidel Castro se apropió de la Isla de Cuba estableció, junto con el socialismo marxista, un Estado Ateo. A casi cincuenta años de aquél episodio y ante el "otoño del patriarca" les ofrecemos este video de nuestra autoría.



martes, 11 de marzo de 2008

El asno diserta sobre las dimensiones de los pabellones auriculares.

Alfonso Romero Hernández
Escritor - Permanente


Aunque Ripley no lo crea, el periódico oficial del Vaticano, Le Osservatore Romano publica esta semana las declaraciones de "un alto prelado" de nombre Gianfranco Girotti que enlista nuevos pecados capitales del hombre moderno. Entre el consumo de drogas y la manipulación genética (la misma que ha permitido excelentes resultados en el área de alimentos y medicinas por ejemplo) se encuentra nada más y nada menos que, la excesiva acumulación de riqueza. No cabe duda que el cinismo puede llegar a ser infinito.

jueves, 6 de marzo de 2008

Frases Graciosas

"La gente que no quiere que se rían de sus creencias, no debería tener creencias tan graciosas"

sábado, 1 de marzo de 2008

IGLESIA UNIVERSAL DEL REINO DE DIOS

¿CÓMO SE INICIA UN BUEN NEGOCIO?
(PARTE I)

Mario Sánchez
Escritor - Colaborador

Si a mí me preguntaran ¿crees en el amor?, mi primera respuesta sería afirmativa y pensaría inmediatamente en esa mujer que es una “quimera” tan real como el sueño más despierto, una ilusión viva, una emoción desperezada y que, por si fuera poco, me tiene con las alas abiertas y muy muy lejos del suelo. De igual manera habría quienes contestarían que creen en ese amor que predicaba Jesucristo. Y hasta aquí todo marcha bien, todo parece un acto de humanidad y es respetable y plausible si funciona como un arma para hacernos más humanos. Pero existen quienes utilizan conceptos como éste para cautivar masas y hacer imperios que emanan poder y dinero… Sí, efectivamente, hablo de la secta llamada Iglesia Universal del Reino de Dios.

En 1977 a un hombre llamado Edir Macedo, en Brasil, se le ocurrió iniciar de manera oficial esta secta. A partir del delirio de pensarse un hombre orientado por el espíritu santo, comenzó a hacer reuniones en la Plaza Méier, pues no tenía los fondos para alquilar un lugar cerrado o construir un templo. La asistencia de ovejas fue incrementándose al llamado del pastor y paralelamente o por deducción matemática: a más ovejas más lana. Así es que tiempo después se pudo pagar por una antigua fábrica que fungió como el primer templo. En el lugar cabían mil quinientas personas, pero el rebaño siguió creciendo y el sitio tuvo que ampliarse. Actualmente, dicha fábrica tiene capacidad para dos mil personas, claro, cada quien con su respectivo asiento y como diríamos coloquialmente “a sus anchas”.

Según la historia oficial del surgimiento de la Iglesia Universal del Reino de Dios, a muchos de los seguidores de Edir Macedo les pareció una locura que aquel joven pastor tuviera la osadía de alquilar un inmueble que era muy caro. Pero menospreciaríamos nuestra inteligencia si nos quedáramos con el cuento oficial, pues una de las costumbres dentro de los principios de esta iglesia es:

Los diezmos y las ofrendas son tan sagrados, tan santos como la Palabra de Dios. Los diezmos significan fidelidad y las ofrendas el amor del siervo hacia el Señor. No se puede disociar los diezmos y las ofrendas de la obra redentora del Señor Jesús; significan, en verdad, la sangre de los salvos en favor de aquellos que necesitan de la salvación.

Así es que por lógica ya sabemos que ni tan loco el loco, pues si uno de sus principios es no fallar con el diezmo, entonces sería perogrullada decir quién realmente pagó aquel inmueble y por qué se atrevió a alquilarlo.

Por otro lado, en el plano de la bondad y el acto humanitario, Edir Macedo partió de la idea soberbia y megalómana de que en todo lugar siempre existe gente que busca la paz interior, que necesita orientación para salvarse a través de Jesucristo y así evitar ir a dormir abrasado por toda la eternidad. Pero no sólo eso, porque entonces de inmediato pensaríamos ¿y por qué el diezmo es tan importante si se trata de un proceso espiritual? Pues porque dicha iglesia supone resolver problemas de la vida cotidiana: enfermedades de riñón, de corazón, de pulmones; problemas de infidelidad, de amor, de matrimonio; económicos, empresariales; de adicciones, etcétera. Es más, un día a la semana hay una reunión enfocada a cómo ser mejor empresario, ¡si lo sabrán bien! Pero la cuestión no es tan sencilla, pues ellos necesitan recibir dinero para invertir y comprar todos los artículos por medio de los cuales salvan a la humanidad en la vida terrenal, artículos verdaderamente ridículos como: agua bendita traída del río Jordán, manto sagrado traído de Jerusalén, pañuelos benditos de tierra santa, rosa de Sharon traída de Medio Oriente, rosas rojas para mejorar la salud, rosas amarillas para conseguir prosperidad económica, aceite milagroso del huerto de Getsemaní para ungir fotos familiares, piedras de la tumba de Jesús, pan bendecido que cura enfermedades. ¡Llévelo, llévelo, para la tía, para la prima, para la hermana, salió a la venta…!

Actualmente, ésta secta con su lema “Pare de sufrir” se ha expandido por todo el mundo, existen templos en Angola, sí Angola, Francia, Portugal, Rusia, Israel, Japón, Chile Colombia, Estados Unidos, Venezuela, etc. Yo me imagino que con tantos templos ya le han de quedar como dos litros al río Jordán, una piedra a la tumba de Jesucristo y medio metro de hilo al manto sagrado.

Y es aquí donde llegamos a la respuesta de ¿cómo iniciar un buen negocio?: Se necesita el delirio de grandeza para creerse ungido y pensar que se salvará al mundo. Después se debe tomar una doctrina y adaptarla a la necesidades de la empresa propuesta. Se busca un montón de gente que sufre y se le extorsiona sentimentalmente diciendo que lo que se está haciendo se trata de un acto amoroso, como el que predicaba Jesucristo (Es en este punto donde regreso al principio y me quedo con mi respuesta del amor). Y ya entrados en gastos se les extorsiona económicamente, ya sea vendiéndoles artículos extravagantes o inculcándoles la idea de que el diezmo es tan sagrado como la palabra de dios y significa el amor del siervo (esclavo) hacia el señor. Obviamente la gente convocada tiene que tener la voluntad precisa para dejarse engañar, es decir, deben tener la voluntad suficiente para respirar, pues un poco más allá de eso ya no surte efecto la mentira (“el que por su gusto es buey hasta la yunta lame, dice mi abuela”). Y ya está el negocio perfecto que ofrece dinero y poder.